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Entrevista con

Victoria Camps

Autor: Victoria Camps

Hay que conseguir que todo el mundo pueda trabajar y que trabajemos menos.

Los cambios en las formas de trabajar tienen muchas dimensiones: personales, económicas, sociales, éticas… Es un amplio espectro de cambios de paradigma que requiere de un debate de calado para tener en cuenta todos los aspectos de esa nueva forma de trabajar o de las relaciones interpersonales en las empresas. Y también para saber cómo debemos relacionarnos con la tecnología, que, sobre todo a consecuencia de la pandemia, supone el principal vector de cambio.

Victoria Camps es filósofa. Y su visión sobre estos cambios es también muy enriquecedora. Desde octubre de 2018, Camps es Consejera Permanente del Consejo de Estado, y Presidenta de su Sección Séptima. ​ Es, además, catedrática emérita de la Universidad Autónoma de Barcelona. Según Camps, el futuro inmediato del mundo laboral pasa por “conseguir que todo el mundo pueda trabajar y que podamos trabajar menos”. Eso sí, siempre hablando de trabajo remunerado, “porque el trabajo dignifica”. 

¿Y cómo conseguirlo? Mediante la tecnología. Camps cree que hay que “aprovechar las nuevas tecnologías”. Y su rápido desarrollo, apunta, “nos obliga a pensar y a organizar el trabajo de otra manera.  “La tecnología no puede llevar al desempleo”, apunta. “Debemos acercarnos al pleno empleo y nosotros dedicarnos a tiempo de vida”. Es decir, según Victoria Camps la tecnología no debería destruir empleo, sino a permitir que trabaje más gente y que dediquemos menos horas al trabajo y más al resto de facetas de nuestra vida. 

“Las nuevas tecnologías pueden usurpar un tipo de trabajo que podría hacer el ser humano, pero hay que reflexionar sobre la marcha y preguntarnos: ‘¿la robótica nos va a envilecer o al contrario?’”

Los cambios del teletrabajo

La pandemia ha hecho crecer de forma espectacular el teletrabajo, algo sobre lo que Camps reflexiona en el marco de su participación en el foro “Nuevas Formas de Trabajar”, creado por Aedipe. “El teletrabajo tiene dimensiones muy positivas”, explica. “Puede ayudar a la conciliación, ayuda económicamente, reduce la movilidad y permite redistribuir el trabajo de otra forma.”. Así, “la impresión es que el teletrabajo permite conciliar, es más accesible y permite hacer otras cosas”, Camps considera que “tiene virtudes”, pero también tiene desventajas.

Por ejemplo, asegura que la gente que ahora dedica mucho tiempo al teletrabajo “echa de menos el salir de casa”. Y destaca cómo hay muchos pacientes que se quejan de “las consultas médicas telemáticas”, al echar en falta el contacto cercano con el médico, que genera más confianza.

Los equipos en el futuro del trabajo

Otro de los debates abiertos sobre las nuevas formas de trabajar tiene que ver con la estructura de los equipos de trabajo. El teletrabajo, las diferentes fórmulas de contratación, la distribución de los trabajadores en diferentes lugares y las diferentes formas de desarrollar y evaluar tareas pueden obligar a cambiar la forma en la que se organizan esos equipos.

Para Victoria Camps, sin embargo, esto no debe suponer un problema. “Los equipos se forman porque tienen objetivos comunes”. Y añade que “si el equipo está bien cohesionado, no hay que preocuparse demasiado si el instrumento para hacer el trabajo es uno u otro”.

Camps cree además que es bueno plantearse seriamente “cómo queremos que cambie el mundo del trabajo”. Según la filósofa, “estamos tan acostumbrados al día a día y vamos tan deprisa que nadie piensa a largo plazo, nadie se lo plantea”. De ahí que considere importante esa reflexión en el entorno de las empresas y la sociedad.

Y en este punto destaca el envejecimiento de la población. Según Camps, cada vez “vivimos más años y queremos estar más activos”. Lo cual no significa que queramos seguir trabajando, sino dedicando esos últimos años a otras actividades.

Reinvención

Una palabra quizá muy manida pero cada vez más vigente. La reinvención será parte fundamental de la transformación del trabajo. Pero en un mundo cada vez más tecnológico y robotizado, Victoria Camps destaca cómo muchos “trabajos artesanos se valoran más”.

Y llama la atención ante la importancia de ciertos trabajos que hasta ahora habían pasado más desapercibidos o habían sido menos valorados pero que todos consideramos ya “esenciales” por derecho propio. “Con la pandemia hemos visto que hay trabajos esenciales que son menos reconocidos, como el de los cuidadores, los distribuidores, la alimentación, las empleadas del hogar o la limpieza”.

Y de todos ellos destaca el de los cuidados a personas dependientes. “Se habla de un nicho”, apunta. “La esperanza de vida crece y también la dependencia” de las personas mayores.

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