La comunidad está definiendo la empresa y una comunidad de verdad solo se puede conseguir con personas auténticas.
“Estamos en un momento fascinante, por fin hemos dejado atrás las estructuras organizativas del siglo 20”. Emma Giner es experta en la creación de equipos operativos multiculturales en entornos ágiles y siente que es un momento decisivo. “Los modelos económicos y organizativos tienen que evolucionar”, explica esta experta, pero “los cambios de modelo requieren de estas crisis que nos llevan a una mejor versión”.
Giner, se refiere, evidentemente, a la situación que nos ha dejado la pandemia de Covid-19. Y de ello habla en el marco del proyecto Nuevas Formas de Trabajar puesto en marcha por Aedipe. Giner, que también es profesora del máster de innovación del IE, habla de “un nuevo tablero de jeuego” y de un “lenguaje planetario” en el que “la economía sirve para prosperar, no para crecer”. Según la experta, lo importante es “crecer de manera sostenible y respetuosa”.
“Cuando yo como organización me planteo aprender un acción, me debo hacer dos preguntas”, explica. La primera es “si lo que hago está fomentando algo relacionado con las personas: una mejor educación, una mauyor igualdad o determinados derechos y aspectos sociales,básicos”. La segunda pregunta que debe hacerse una organización, asegura, es si con esta acción está “beneficiando al entorno o evitando dañar al entorno».
La comunidad
Todo esto es el mejor reflejo de cómo las empresas asumen que no son “un organigrama”. Emma Giner tiene años de experiencia trabajando con grandes compañías. Ha trabajado con Desigual, L’Oréal o Inditex para crear entornos ágiles y centrados en el usuario final, potenciando la excelencia de las operaciones. Sabe cuáles son los principales problemas que se encuentran las organizaciones a la hora de dar el paso decisivo hacia la transformación. Y los tiempos han cambiado.
“Hasta ahora, las empresas decían: quiero abrazar una manera más ‘sexy’ o flexible de trabajar, así que voy a cambiar el organigrama”. Pero para Giner esto no es lo correcto, porque “un organigrama es un dibujo”. Lo que define el cambio nos lo que se dibuje, “sino la manera en la que trabajo las interacciones entre las personas que forman la empresa”, explica.
Por tanto, añade, “la comunidad está definiendo la empresa”. Y una comunidad de verdad “solo se puede conseguir con personas auténticas”. “Estamos acostumbrados a pensar”, continúa Giner, “que reorientar es cuestión de estrategia o depende de quién decide lo que se hace” dentro de la empresa. Por ello nos veíamos en “un eterno devenir de ‘power points’ que eran difíciles de llevar a la acción, porque los que los hacían no estaban presentes en el terreno, en primera línea”.
Hoy en día, sin embargo, “quien crea esa cultura está asociado a trabajar en ese propósito compartido”. Tiene que ver, asegura la experta, “con la cultura que crea la comunidad”, la cultura de la organización.
Entornos más orgánicos
Emma Giner es partidaria de “desdramatizar”. “No tenemos que estar pensando en entornos distintos, social y organizacional, todo forma parte de lo mismo”, apunta. Hay que crear “modelos más orgánicos y adaptados a cómo es el público”. “Cuanto más co-creemos mejor”, sentencia.
“Los equipos de personas y talento no tenemos la respuesta a todo, pero estamos en un momento en el que el departamento de Recursos Humanos se convierte en el catalizador”, asegura Giner. “Garantizamos que ese discurso y esa autenticidad se desarrollen”.
Por todo ello, la profesora insiste en el buen momento en el que estamos para llevar a cabo esta transformación. “El ser humano cada vez vive más años y, a medida que vivimos, más cambia el enfoque de cómo entendemos el trabajo y cómo lo integramos” Hablando de diversidad, considera que es “fantástica”, pero no necesariamente refiriéndonos a planes de igualdad de género. La diversidad tiene que ver también con “abrazar todos los conceptos” y cómo “se estructura una organización”.
Muchas grandes empresas quieren en la actualidad cambiar sus estructuras para parecerse más a una ‘startup’. Pero “aplanar una organización no es dibujar un organigrama, sino ver si la gente que tienes dentro está dispuesta a pensar como un ‘intraprendedor’”, dice Giner. Y que esas personas también “empiecen a proponer soluciones”.
Salud psicológica
“Una vez que tenemos cubierta la salud física, estamos abriendo una nueva etapa para ver cómo reeducamos a la gente y que se acostumbre a este nuevo código y estos nuevos ritmos”. Giner apuesta por no poner fronteras “rígidas entre la vida laboral y la privada”.
A partir de ahora, apunta, “no va a haber recetas y tendencias únicas, las vamos a estar creando con el cliente interno”. La clave es tener una organización que permita a las personas “ser auténticas”. Así “va a ser fácil”, dice. La idea es que todos vayan a trabajar en un “propósito compartido y eso abre un abanico de posibilidades para crear un ecosistema sostenible y accionable”, concluye la experta.